Hace un tiempo, me reuní con una mujer impresionante en el Granada Inn en Ecatepec, México. Aunque fue una cita de último momento, accedí a hacer un depósito anticipado basado en reseñas que había leído. Ella llegó puntual, vestida de forma casual pero con una presencia dominante y segura.
La recibí ya preparado después de una ducha. En cuanto me vio, se desvistió rápidamente. Comenzamos con un contacto íntimo intenso; aunque era novato en ser pasivo, ella manejó la situación con paciencia y cuidado. A pesar de algunos momentos difíciles, no quería que parara.
Después de que ella tomó el control, me pidió cambiar roles. Aunque al principio estaba nervioso, la situación me excitó tanto que terminé participando activamente. La experiencia con ella fue increíble, mostrando gran paciencia y comprensión. Valió cada peso y trató muy bien