Abril Jarocha 951 612 6241

Abril Luna

Cel: 951 612 6241

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Visito la página de Mileroticos una vez al mes por lo menos, para ver si hay alguna chica que me llame la atención, hace como un año revise un perfil que me agrado por el titulo; “Chaparrita guapa, fogosa, manejable, seré tu putita” observe que había estado en Puebla y Veracruz, llevaba una semana y media en Oaxaca así que  la contacte y quedamos un sábado por la mañana como a las 10,  por las fotos y como la vi es una mujer de rostro bello, en especial sus ojos y la forma de sus labios, cuerpo talla mediana, mide aproximadamente 1.50 mts, al usar tacones llega a verse  muy bien y alta, con una figura estimulante, diría que su edad es de aproximadamente unos 30 a 35 años, es ancha de cadera sin tener las nalgas paradas, sus pechos son pequeños a medianos, en la ocasión que me atendió le solicite que me atendiera como en una de las fotografías de su anuncio de la página.

Acordada la cita me presente al hotel San Fernando que se encuentra en la calle Mier y Terán No. 203 pague los $50.00 de la habitación solicitados por la distraída administradora en turno, debo aclarar que ella no me había mencionado ese pago previo, pero, en fin, con la emoción por conocer a la chica no me importo, subí las escaleras rápidamente y recorrí el pasillo en la búsqueda de la puerta que me llevaría en una hora a tener una experiencia placentera.

Toque a la puerta de madera de tambor y barniz despintado, algo astillada supongo ya por el uso constante, pero una voz suave me regreso de esas observaciones y escuche: ¡Adelante! Mis ojos y todo mi yo estaba contento de ver aquella mujer sentada, delgada, pequeña, su cabello largo y negro, olí un suave perfume, su vestido entallado que me dejaba ver un poco de sus piernas cruzadas con zapatillas de plataforma que a mi tanto me gusta contemplar.

Sin ninguna pausa, caminando hacia ella observe una mesita con un altar a la santa muerte, una veladora roja con llama dorada le daba un toque más esotérico, vulgar y sexy a la vez al espacio, me acerque a ella, tire mi chicle, ella se puso de pie y se presentó, coloco mis manos en sus caderas, acaricie suavemente sus nalgas, sentí su espalda y llegue a sus pequeños pechos; pero estaba olvidando algo que debí hacer justo al entrar, lavarme mi manos de dinero y suciedad de la calle, al secármelas, me extraño ver cajas de medicamento inyectable en el bote, algo en mi activo la desconfianza sobre alguna enfermedad, pero como muchas veces nos pasa a los hombres el deseo fue mayor.

Regrese con mayor deseo a la cama donde ella de pie se puso de espaldas a mí, dejándome sentir sus ricas nalgas elevadas por las zapatillas altas y forradas por ese vestido azul brillante, con suavidad hice a un lado su cabello lacio y mojado e inicie a besar su frágil cuello, ella reacciono con estimulantes movimientos que hacían a mi miembro ponerse cada vez mas duro, mis manos acariciaron sus nalgas, la zona pélvica, sus muslos, su cintura, sus pechos pequeños y duros varias veces  más mientras sentía como su cuerpo con movimientos cada vez mas fuertes se retorcía ante mí.

Ella se sentó en la cama y acaricio mi pantalón haciendo notar mi verga, lo desabotono y bajo mi boxer, me coloco el condón y empezó a mamármela, lo hizo por largo tiempo, la cambie de posiciones y continuaba con su boca, disfrute que le gustara hacérmelo aunque no fuera muy hábil al hacerlo; el deseo de penetrarla se hizo presente y le pedí que se pusiera en cuatro, disfrute al ver su culo redondo con una tanga blanca como si fuera un regalo y el listón fuera la prenda mínima.

El vestido brillante y de tela delgada le lucia bien y pensaba penetrarla con él puesto, pero nos estorbaba, al verla desnuda su piel blanca con algunas marcas y estrías me gusto, sentí que estaba con una milf verdadera, esa imperfección la hacía real a mi gusto, un trazo de tatuaje recorría su abdomen queriendo ocultar la mayor zona de estrías, no le di importancia y hasta llegué a desear que no lo tuviera.

Cogimos de varias formas, disfrute de su cuerpo, en cuatro varias veces la nalguie con una mano y con la otra le jale el pelo respondiendo ella con un movimiento en el cual ella sola se mataba jadeando de manera discreta,  la cargue agarrándola de las nalgas, sus tacones rodeaban mi espalda y me gustaba ver como cerraba sus ojos mordiendo sus labios mientras yo sentía como mi verga la llenaba, me vine mientras mamaba sus tetas y se la metía más rápido, me limpio y hubo una plática mientras yo me reponía.

Me preguntó si quería que la viera con otro cambio de ropa a lo cual le dije que si y me enseño un vestido rojo y un traje de malla, elegí el segundo y al verla salir del baño con ese atuendo estaba listo para volver a disfrutarla, volvimos a  gozar de nuestros cuerpos, ella encima de mi se movió bien, un poco lento a mi gusto, al darle estando yo encima de ella y ver como sus uñas largas color rojo apretaban las sábanas, sentir como se movía su abdomen, y en un movimiento sus manos de repente me jalaron  más hacia ella así que no pude contenerme y me vine con mayor placer, pude sentir el condón lleno de mi semen, el tiempo casi había acabado, ella hizo un par de bromas, me ayudo a limpiarme y se quedo en la cama conmigo.

Me levante y me cambie, ella rápido se dio un baño, debo decir que siempre fui el propositivo ya que su trato fue un poco serio, sin quejas, pero como con pena, le pague los $600.00 acordados por la hora y me despedí de ella.

A la semana y media me salió un tipo de grano en mi pene, acudí al urólogo y me dijo que era un hongo, por fortuna con el medicamento desapareció y no tuve mas problema, escribo esta experiencia con ese doble sabor, el placer y la preocupación de poder haber sido contagiado de algo, espero sus comentarios sobre esta escort con la cual la pase bien, pero me quedo ese recuerdito.